...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

lunes, 24 de febrero de 2014

NURIA RUIZ DE VIÑASPRE - EL PEZ MÍSTICO - POEMAS



¿Cómo no me di cuenta
de que te ibas a suicidar?
sí, sí, lo sé, es una locura
es una locura que todo el espacio de tu memoria
esté despedazado en este monólogo mío de peces
me pregunto cómo no me di cuenta –falso mudo–
que en este legítimo error de suicidas
te acechabas a ti mismo

            *****

La casa está ardiendo
la casa en ruinas está ardiendo
no arde sólo la brasa en este suelo de barro
donde vive uno en su mundo comunista
o en ese otro opulento mundo a las afueras
más aletargado de tristeza
la casa está ardiendo
la casa en ruinas está ardiendo
arden los muebles de esta pecera sin agua
las sábanas de agua arden
las paredes de las calles sudan
arden cocinas y arterias
que desdeñan peces incendiados
la casa está ardiendo
la casa en ruinas está ardiendo
¡qué desorden social!
¡era tan imprescindible vigilar el fuego!

                *****

Tu cráneo hinchado y mórbido
hizo de tu memoria una desmemoria
–desheredado pez olvidadizo–
fuiste nadador solitario
con una espina como espada en equilibrio
daga que reprime tu horizontal latido
en la rivalidad de las aguas

             *****

He visto mi frente
limpia de espinas de huesos
pero no por ello mi cuerpo
mi parte blanda
todo mi pez mutilado por este mismo sol
que hoy pone su oreja en el alero de esta casa
la casa está ardiendo

              *****

He visto a la anciana de siempre
con restos de comida en una bolsa
había música en sus putrefactas entrañas
cinco gatas hambrientas la reconocieron
formaban círculos de danza en torno a ella
celebrando aquel banquete de peces muertos
en cambio, nunca he visto peces atropellados
en los arcenes de la carretera
sólo gatas aplastadas en la calzada
pero hay tanto de pez en ellas...

               *****

Quisimos el pez más palpable y mudo
como esa fruta redonda
sin voz y sin escamas
pero presenciamos un latido en la cocina
vigilando nuestra peor parte
y pensamos: ¡qué materia prima tan extraña!
quisimos desintegrar su silencio
quisimos hundir el hacha
taladrar la piedra de su cuerpo
sazonar su obediente ombligo
pero chocamos con su espina
y decidimos cocinar esa materia extraña
tirando al mar el resto más hermético
más oscuro

                *****

No sé cómo decirte
dónde se meten las cosas
que yo te iba a decir y no digo
no sé cómo decírtelo

                *****

Hay un pez herido en el hueso
se ha muerto su caballo

                *****

Nuria Ruiz de Viñaspre
El pez místico
Olifante Ediciones de poesía


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